Para innovar no es necesario tener una idea genial
Caso McDonald’s- Rya Kroc: para innovar no es necesario tener una idea genial
Muchos piensan que los negocios requieren una idea genial y la marca McDonald’s puede ser un ejemplo de ello. Este es el tema que iniciamos en Coaching con propósito: aprendiendo de los mejores: Ray Kroc y el caso McDonald’s
McDonald’s es todo un símbolo en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo. Su inconfundible logo está presente en 36.000 establecimientos de más de un centenar de países.
Ray Kroc fue incluido por la revista Time entre las 100 personas más influyentes del mundo.
A sus 52 años era un vendedor fracasado -comercial de la Multimixer, una máquina que permitía hacer cinco batidos a la vez- y un empresario discreto y con poca formación, y a una edad a la que la mayoría de la gente piensa en la jubilación, decidió seguir emprendiendo. Esto decía: «Yo tenía 52 años, diabetes y una incipiente artritis. Me habían extirpado la vesícula y parte de la glándula tiroides, pero estaba convencido de que lo mejor estaba por llegar».
Pero sus ansias de triunfo y tal vez un golpe del destino le llevó a conocer un pequeño establecimiento creado en 1937 por los hermanos (Dick y Mac) McDonald’s en San Bernardino (California) que luego trasformó, como un auténtico visionario, en la cadena de establecimientos McDonald’s en una expansión internacional por todo el mundo, a través de la fórmula del negocio de la franquicia. Los arcos dorados, las cruces y las banderas iban a convertir a McDonald’s en la nueva iglesia de Estados Unidos, el lugar perfecto para las reuniones familiares.
Ray es la personificación exacta del sueño americano a base de tenacidad, constancia y fe en uno mismo.
La clave era la persistencia. Ni el talento, ni la genialidad o la educación iban a guiarle por el camino de la fortuna.
¿Todavía sigues pensando que para Innovar es necesario tener una idea genial?.
Atraído por la curiosidad, el negocio que descubrió Ray Kroc, era un negocio de autoservicio, no tenía asientos ni mesas dentro del local, el menú era limitado –hamburguesas, patatas fritas y bebidas gaseosas– y los clientes apenas tenían que esperar un minuto para recoger su pedido a un precio muy asequible. Eso sí, todo preparado en cadena, cada etapa de la producción reducida a lo esencial, y ejecutada con el mínimo esfuerzo, tiempo y costes.
Y se quedó prendado ante lo que ve: gente haciendo cola a las 11.30 de la mañana para comer hamburguesas, patatas fritas, refrescos y batidos.
En 1954 se asoció con los hermanos Richard y Maurice McDonald para supervisar la expansión nacional de la hamburguesería McDonald’s -la mitad de sus ingresos, no obstante, debía entregarla a los hermanos-, y en 1961 terminó haciéndose con el control total de la empresa (por 2,7 millones de dólares). Aunque no es el fundador de McDonald’s, sí es el responsable de que creciera hasta convertirla en la primera cadena de comida rápida en número de restaurantes, bajo la misma filosofía de orden, disciplina y eficacia para producir tres beneficios: rapidez, precios bajos y volumen.
La ambición desmesurada y la mentalidad ganadora de Ray, hizo que nunca bajara la guardia, ni hubiera espacio para la relajación, ante el crecimiento y la expansión. Ray Kroc apuntaba: «¿Estás verde y en crecimiento o maduro y pudriéndote?».
Dos son las lecciones que podemos aprender:
- PARA TRIUNFAR NO ES NECESARIA UNA IDEA GENIAL. Ray Kroc lo que hizo fue tomar una idea y engrandecerla. Ver más allá de lo que uno tiene delante de los ojos, en definitiva, tener la ambición de pensar en grande. Él mismo decía: «Si uno piensa en pequeño, seguirá siendo pequeño, y yo no tenía intención de hacerlo». Y añadía: «Yo veía ya en mi mente cientos de restaurantes de McDonald’s instalados en todos los rincones del país». La diferenciación es la base de cualquier negocio (qué tengo yo que los demás no tienen), pero esa diferenciación no tiene por qué estar en el qué sino el cómo. Rara vez la diferenciación viene por lo primero (mucho más difícil) y sí a menudo por lo segundo.
- LA RIQUEZA SE LOGRA RESOLVIENDO PROBLEMAS Y LA CREATIVIDAD ES LA FORMA DE RESOLVERLOS. Si en tu vida no hay problemas es que no tienes ningún negocio que dirigir. Siempre vas a tener obstáculos, así que la mejor actitud es ‘esperar problemas’, para cuando lleguen tener el enfoque y la mentalidad para no venirse abajo y seguir bregando. Quien resiste, vence. Siempre existen alternativas, sólo es cuestión de buscarlas (encontrarlas). Cuando Ray Kroc inició la expansión de franquicias de McDonald’s le pusieron unas condiciones muy exigentes y con unos porcentajes de ventas (royalties) muy reducidos (1,9%), tal que Kroc perdía dinero. Entonces se le ocurrió una forma no sólo de no perder sino de tener ingresos fijos (pasivos) – asesorado por Harry Sonnerbone, un genio de las finanzas-: el compraría los terrenos en los que los franquiciados podían tener sus establecimientos y se los alquilaría (esto era condición innegociable). Esto permitía vender no sólo el modelo de negocio sino alquilar el espacio. A partir de ese momento McDonald’s dejaría de ser, desde el punto de vista de negocio, una empresa de restauración para convertirse en una empresa inmobiliaria. Él mismo decía: «Nuestro negocio es el inmobiliario, no las hamburguesas».
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